Latinoamérica era un papel en blanco para los españoles, algo que nunca pudieron alcanzar ni en sus propias ciudades, cargadas de estratos de historia y viejos intereses. Por lo tanto, el trazado de Loja -como el resto de ciudades latinoamericanas fundadas por los españoles- se concibió amplio, abierto, de generosas dimensiones, sencillo y elemental.
Es un verdadero patrimonio histórico la traza urbana de nuestra ciudad, digna de resguardo por su valor simbólico y ¿por qué no? hasta ideológico, porque en estas ciudades los españoles buscaban no copiar a las ciudades medievales –las ciudades en las que ellos vivían- sino plasmar mejores opciones.
Es trascendental que la trama abierta de estas ciudades coincida (desde un punto de vista conceptual, no formal) con los asentamientos indígenas que tampoco tenían muralla, ni puerta.
Este pequeño preámbulo es suficiente para justificar mi postura de total desacuerdo para la construcción de una puerta de ciudad que hace apenas 13 años nos han impuesto en nuestro Centro Histórico.
La puerta de ciudad evoca a una ciudad medieval que ni de lejos fue nuestro caso.
La puerta de ciudad cierra una muralla, que en el caso de Loja es inexistente pues la trama de la ciudad se concibió abierta.
Este hito distorciona nuestra historia y merma la importancia de nuestro verdadero patrimonio de ciudad.
Y esta sería una justificación inicial a mi rechazo hacia esta edificación, pues si analizamos desde lo urbano, lo funcional, lo arquitectónico, lo vial, lo peatonal, etc., veremos que existen muchos problemas que se derivan de la misma.
¿Por qué continuar con una edificación que desdibuja nuestra historia?...ante 463 años de historia de una trama urbana limpia y abierta ¿Qué son trece años de un elemento mal concebido urbana y arquitectónicamente?
Tomado de: http://fotovivi.wordpress.com/273/puerta-de-la-ciudad/ |