jueves, 21 de abril de 2011

Hablando de Identidad


Hace unos días conversando con una buena amiga Tatiana surgió el tema de la identidad, me pareció interesante (como casi todos los diálogos que con ella he tenido) que con ella siendo ucraniana pudimos contrastar y comparar los hechos culturales de Latinoamérica y de los países de la  ex Unión Soviética. Lanzamos muchas hipótesis y con la que estuvimos de acuerdo era que los latinoamericanos aún no aceptamos nuestra verdadera cultura, por un lado existen grupos radicales hispanofóbicos que no aceptan la amalgama que surgió tras la conquista española y por otro los que hispanofilios que se sienten superiores y ven de menos a los demás.

Justamente este decíamos es el meollo del problema y lo que no nos deja crecer. La conquista fue intensa aunque a una velocidad lenta, muy lenta, tanto que parece que nos cuesta salir y aceptar nuestras potencialidades.

Y nuestra realidad es híbrida, la vivimos a diario, alejándonos un poco, haciendo un “zoom” podemos ver que los hispanofóbicos critican a españoles (europeos en general) se apasionan con la cultura indígena, aman el idioma autóctono, pero su ideología es socialista ¡nacida en Europa! En una cultura nada nuestra y en respuesta a un proceso de industrialización que América Latina no vivió. Por el otro lado los amantes de lo europeo se pavonean con aires de grandeza minimizando al indígena y al mestizo, como si tuvieran un sello distintivo. Lo cierto es que todos somos parte de una cultura que no es lo uno ni lo otro sino la mezcla, hecho que al no aceptarlo nos deja “sin piso” flotando a diferencia como decía Tatiana de su país en donde no han existido estos choques culturales fuertes y la aceptación y valoración cultural e individual es más fácil.

Sin embargo, y luego de algunos días mientras releía un texto de Rem Koolhaas pude ver casi como un “Eureka” que justamente ese flotar o falta de identidad es una potencialidad, que nuestra identidad es esa falta de identidad clara porque permite a nuestras mentes estar más abiertos, menos estáticos, atados y aprisionados. Lo único real creo yo es no radicalizarnos como hispanofilios o  hispanofóbicos, ese sí sería el fin de nuestra identidad.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...